domingo, julio 16, 2006

Bob Dylan en Collado Villalba y el Viajazz

Estuve viendo al gran Bob Dylan en Collado Villalba, en Madrid, el pasado día 8 de julio de 2006. Dentro de los eventos del Viajazz, un festival de jazz muy bien organizado y con un plantel de artistas muy agradables de ver. Yo me quedé con Dylan que de jazz no tiene mucho pero tirón tiene una barbaridad.
Si quieres leer lo que dice la blogosfera de Dylan en general y del concierto en Villalba en particular, ya sabes que en Technorati lo tienes fácil.
A mi me pareció un concierto bárbaro. Extraordinario. Un poderío en el escenario brutal y una profesionalidad a prueba de bomba. Cuántos conciertos llevará este señor en sus espaldas, ¿más de 5.000? y digo yo, qué le tengo que pedir a alguien así. Son todo cifras record, es como Schumacher y Rossi. Son cifras mareantes. Y de guerras, ¿cuántas guerras ha vivido este hombre? ¿Qué otro artista tiene capacidad para reunir a toda la música norteamericana desde los setenta? Un genio fuera de toda duda.
Creo que el Nobel de literatura se lo tienen que dar. Escribe canciones SIN estribillos. Las recita, las canta, se versiona a si mismo, versiona lo que otros versionan de él. Allí estaba, con una banda de cinco que entre todos sumaban 500 años. Pero sonaban a gloria. Rock'n'roll, boogie, folk, bob dylan versionado. Genial y muy recomendable. Que no habla, pues me da igual, nos dijo thankyou cuando terminó la versión extraordinaria del Like a Rolling Stone, en el primer de los dos bises. Después nos quedaba por ver a Italia y al cabezazo de Zidane. Ya puedo estar tranquilo, he cumplido un sueño, ver a Dylan, un mito viviente. A Juan Pablo II también lo vi. Ahora me quedan los Rolling y Neil Young. A ver que pasa.
Un pero, por favor, pongan el escenario más alto porque desde que el ColaCao funciona las nuevas generaciones son tan altas que no dejan ver un carajo. Que barbaridad, que alturas, ellos y ellas. No me dejaban ver nada. Traje los pies, las piernas y el cuello más largo de tanto estirarme. Pero sólo me quedan los recuerdos, muy buenos, de Dylan de pie tocando el órgano y dirigiendo a una banda de R'n'R de las de toda la vida. Bravo Dylan.

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